lunes, 23 de febrero de 2009

Expulsión a mordiscos

“Te expulso de tu país, pero fíjate si soy bueno que te doy 3 días para hacerlo. Tendrás suerte, dentro de este plazo ni te condenaré a muerte ni confiscaré tus bienes”.

Seguro que cuando los moriscos, ahora hace 400 años, leyeron el edicto publicado por el rey Felipe III se pusieron muy contentos. Es más, si el rey les hubiera dado más tiempo para recoger los 4 “calzoncillos” antes de mandarlos de una patada a África, no dudo que le hubieran construido un monumento para el recuerdo. De cartón y piedra, eso si, porque ya se sabe que los moriscos, además de vestir extraño y de ser bandoleros y salteadores de caminos, eran muy ordinarios, ciudadanos de segunda clase, vamos, como ahora los gitanos.

Que divertido tuvo que ser para los 300.000 moriscos, como lo tuvo que ser para los judíos 100 años antes, dejar la tierra donde nacieron y cuyo suelo regaron con el sudor de su frente. Igual de divertido que cuando los reyes católicos, con la ayuda del cardenal Cisneros, les obligó a convertirse al cristianismo, y que cuando Fernando II les ordenó abandonar su lengua, sus trajes y usos… Porque a los moriscos no los expulsaron de un bocado, los echaron, gradualmente, a mordiscos.

Ironías a parte, la expulsión de los moriscos hubiera sido divertidísima sólo bajo una condición: no haber ocurrido. Pero no se pueden pedir peras al olmo, ya saben que los peces gordos de antaño (y algunos actuales también) en vez de mirar por la limpieza de sus conciencias, se preocupaban por la de su sangre. Empezando por la siempre tolerante y pacifica iglesia, claro.

Película recomendada:
Expulsados: la tragedia de los moriscos

(http://www.youtube.com/watch?v=ZMwKAwH9EwA)

Libro recomendado:
Todos son uno. Arquetipos, xenofobia y racismo. La imagen del morisco en la Monarquía Española durante los siglos XVI y XVII, de Perceval, J.M.

Links de interés:
- www.1609-2009.es
-
www.webislam.com
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www.materialesdehistoria.org
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www.josemariaperceval.com